La bioseguridad se refiere a aquellas intervenciones o medidas de
precaución que tienen como propósito disminuir los factores de riesgo
procedentes de agentes biológicos,
físicos o químicos que puedan atentar con nuestra salud.
Por esto la bioseguridad tiene suma importancia a la hora de realizar
cualquier intervención a pacientes con enfermedades mundialmente conocidas como contagiosas
(SIDA, Hepatitis B, Tuberculosis, entre otras).
Estudios han demostrado que las fuentes de contaminación en la consulta
odontológica pueden ser de tres vías: de paciente a odontólogo, de odontólogo
a paciente y de paciente a paciente.
De aquí surge el principio universal que dice: “Todos los pacientes y
sus fluidos corporales independientemente del diagnóstico de ingreso o del
motivo por el cual hayan entrado al hospital o clínica, deberán ser
considerados como potencialmente infectados y se deben tomar las precauciones
necesarias para prevenir que ocurra transmisión”.
Aquí es donde entra el concepto de contaminación cruzada, que no
es más que la expansión de microorganismos patógenos desde una fuente de
contaminación a otra no contaminada, atendiendo a esto tenemos los
siguientes tipos de transmisión cruzada:
A raíz de esto se han escrito diversos manuales sobre normas o principios de bioseguridad, con el fin de que se tome conciencia y no juguemos con nuestra salud ni la de nuestros pacientes.
Para conocer un poco sobre estas medidas les invito a consultar nuestra bibliografía donde contamos con un documento muy acertado en el tema.
Bibliografía:
Bogotá, Alcaldía Mayor. (2010). Guía de práctica clínica en salud oral Bioseguridad. Recuperado de: http://www.saludcapital.gov.co/DSP/Documentos%20Salud%20Oral/Gu%C3%ADa%20de%20Pr%C3%A1ctica%20Cl%C3%ADnica%20en%20Salud%20Oral%20-%20Bioseguridad.pdf